Un hilo sobre por qué las croquetas de mi madre son las mejores del mundo.
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Seguramente a
ti también te pase, con la tortilla de tu madre, los buñuelos de tu abuela o
las paellas que hace papá, que es un cocinillas. Y te parece tan normal. Las
discusiones sobre si es mejor mi tortilla o la de tu madre son divertidas y no
van mucho más allá. Porque la misma idea de qué es una tortilla está definida
en nuestra cabeza de manera distinta.
Una croqueta
de cualquier otro me sabe a croqueta, mejor o peor. Las de mi madre me saben a
HOGAR. Joder, podría dormir en posición fetal al cobijo de esas croquetas, en
su regazo. Y todas esas mierdas freudianas.
¿De dónde
viene ese sentimiento tan universal de apreciar la comida con la que crecimos?
Pues tiene mucho sentido evolutivo...
Los hombres de
las cavernas comían lo que se encontraban. Algunos se algunos se morían, otros
no, y ésos llegaban a tener hijos. Y daban a los hijos de comer lo mismo que
habían comido ellos. Los hijos crecen y tienden a preferir comida que, sin
saberlo, está demostrado que les mantendrá con vida hasta su edad de tener
hijos.
La tradición
es precisamente una de las ventajas de haber desarrollado inteligencia. Es un
invento de la evolución. La otra opción sería programar exactamente cada rasgo
de nuestro comportamiento (una araña nace sabiendo cómo hacer la telaraña).
Para los animales con cerebros mayores los mecanismos de aprendizaje son más
rápidos y flexibles. De miles de años se pasa a una generación.
Y ciertos
conocimientos adquiridos dan gustito. Estamos programados para preferir
irracionalmente ciertas costumbres. Igual que follar da gustito. Sin eso nos
extinguiríamos. Con la tradición no es tan profundo, pero sí es un placer que
nace muy abajo.
Nuestros genes
no distinguen una tortilla o unas croquetas, sino las sensaciones e impresiones
de nuestra infancia. Sabores, olores, y también sonidos, imágenes y tacto. Los
cinco sentidos (que en realidad son más) y la combinación de todos ellos.
Y como tenemos
un cerebro más grande, somos capaces de crear esquemas relativamente complejos.
Símbolos. Somos capaces de asociar incluso un clima al Hogar, o un modo
característico de comportarse a la Familia.
Aquí es donde
viene lo jodido. A medida que nuestras sociedades se fueron haciendo complejas,
se metió en el saco un puñado de símbolos. Y esos símbolos se asociaron al
hogar... y todos lo demás por contraste se convirtieron en no-hogar. Los otros.
THE OTHERS.
Son
susceptibles de ser OTROS todos los que no tengan el mismo color de piel, el
mismo acento, el mismo modo de vestir o cortarse el pelo.
Son
susceptibles de ser OTROS todos los que coman distinto, recen distinto o se
sientan representados por ídolos distintos.
Son susceptibles
de ser OTROS todos los que usen combinaciones de colores distintas para marcar
símbolos de tela que delimitan un territorio.
Y todo eso ha
llegado hasta nuestros días.
Cuando
crecemos y nos dicen "ese deportista es un símbolo del Hogar. Queremos que
gane al OTRO" estamos generando una forma de odio. ("No es más que un
juego", sí, pero cuando regalan cocinas de juguete a las niñas y balones a
los niños también es "sólo un juego")
Cuando alguien
dice "habla español hijo de puta!!" está incómodo porque no puede
acurrucarse en posición fetal en un sonido. (mira en tu interior, Luke. Sabes
que es verdad)
Cuando alguien
dice "Espanya ens roba" está buscando tres pies al gato para reavivar
el sentimiento de Hogar frente a los OTROS. (sea verdad o no, sólo les importa
a los catalanes que tienen ese sentimiento susceptible de ser reavivado ya de
antes. No es casualidad)
Y Cuando
alguien define a los OTROS eligiendo al peor de sus representantes y
extrapolándolo al resto, está buscando la abstracción para que anulemos la
identidad de un colectivo, y con ello la empatía.
Es cómodo. Lo
sé. Es instintivo. Pero es peligrosísimo.
No tenemos la
culpa. Es que nos han programado así. Estamos adoctrinados desde el momento en
que nos dan la primera croqueta.
Por eso sostengo
que el patriotismo es literalmente la deformación de un sentimiento cavernario.
La patria no
existe. Es una asignación geográfica a un conjunto de costumbres e impresiones
heredadas. La Madre Patria es una tara freudiana muy jodida. ¿Madre-Padre?
Vamos, por patriota que seas, SABES que hay un complejo de Edipo ahí dentro.
La patria es
una ilusión. Sólo existe dentro de nuestras cabezas. Y justo ahí viene el
problema. Debatir si la patria es así o asá no sirve de nada porque en mi
cabeza y en la tuya el sentimiento de hogar tiene una definición distinta.
Lo que sí
ocurre es que gente con una definición parecida en la cabeza tiende a juntarse
por la coyuntura de las redes sociales. (Eso sólo pasa a medida que la
sensación de cobijo se aleja del hogar, la familia, el barrio... y se va
llenando de artificios simbólicos). Y entonces se forman grupos que, al estar
más o menos de acuerdo en un concepto abstracto, se creen que es importante e
incontestable.
Pero no por
ello deja de estar sólo dentro de sus cabezas.
Este artificio
crece con las redes sociales, donde la gente puede convencerse de equívocos
físicamente demostrables (Tierra plana).
Y lo único que
puede salvarnos de esta mierda es juntarnos con gente que no piensa exactamente
igual.
Porque ésa es
otra de las enseñanzas de la evolución, la que hasta tiempos de Hitler se
entendió al revés: LA PUREZA ES MENTIRA.
La evolución
no busca la pureza. La evolución lucha CONTRA la pureza. La pureza es una
debilidad de un individuo o una especie. No existe la pureza racial. Estamos
llenos de parches y dependemos de que los genes de la madre arreglen los fallos
del padre y viceversa. Por eso es ilegal y nos da asco el incesto. Por eso hay
tanto linaje de reyes tontos y enfermos.
La igualdad
hace que, por ejemplo, el diablo de Tasmania, especie en la que genéticamente
todos los individuos son parientes esté a punto de extinguirse porque se
contagian un cáncer entre ellos. Entre animales con más variedad eso no pasa.
La igualdad
también juega un papel importante en el día de la Hispanidad. Cuando los
colonizadores originales de América entraron por Alaska, llegaron muy pocos,
creando poca variedad en sus defensas naturales. Eso fue un factor decisivo en
la conquista. Bastó una sola enfermedad para extinguir pueblos enteros que los
españoles ni visitaron.
Esa pureza es
a la que tienden los nazis y los fascistas en general. Y es un error esencial
por el que su doctrina no funcionará jamás. La igualdad de los nativos
americanos se hubiera corregido en unos millones de años, quizá menos pero aún
así la evolución es muy lenta.
La evolución
de las ideas es infinitamente más rápida (por eso la evolución se la inventó).
En una generación puede haber una disrupción. En tres generaciones puede
inventarse una tradición "de toda la vida". Inmemorial.
Incuestionable. Con que lo hicieran tus abuelos basta.
Pero por eso
la evolución compite contra sí misma para no crear nunca eso.
No existe
ninguna forma de gobierno que pueda sostener una ideología pura. Sólo se puede
hacer con aislamiento... y ni así. Incluso un régimen aislado, sólo podría
mantener igualdad con purgas y represiones terribles. Piensa en Corea del
Norte.
¿Dónde está la
magia aquí? ¿Dónde mete la evolución su mano invisible?
Igual te suena
que hay especies de peces que, cuando sólo hay machos en el grupo, algunos se
convierten en hembras. Eso pasa también con las ideologías. El ser humano busca
hacerse un hueco. Destacar entre iguales. Mejorar la generación de sus padres.
Es el extremo
opuesto de la tradición, con la que la naturaleza crea siempre un porcentaje de
sorpresas, y si funcionan, luego se heredan. Pero... ¿acaso la evolución ha
creado en el ser humano un período de rebeldía contra el orden establecido? Oh,
wait, ADOLESCENCIA. La infancia es el momento de asimilar las tradiciones, la
adolescencia es el momento de cuestionarlas.
Un porcentaje de personas
cuestionará un porcentaje de ideas heredadas. Es inevitable. (Yo respeto la
tradición de croquetas de mi madre pero me rebelé contra sus tortillas y
conseguí mejorar la receta.). Tu hijo puede salirte ateo, republicano o del
Rayo. Siempre habrá algo que no respeten de los padres.
Eso arregla
muchos problemas, pero también crea algunos. Por ejemplo, los antivacunas han
elegido esa batalla como rebelión generacional. Creo que también explicaría que
empiece a haber más nazis en el mundo justo cuando se están muriendo los
últimos.
Pero estas
guerras tienen el poder de cambiar y mejorar las cosas. El caso más evidente,
el feminismo. Muchos han elegido esa batalla. Y la ganarán.
Intentad
elegir batallas para subvertir la sociedad que realmente sirvan para mejorarla.
De manera más tangible que un trozo de tela.
Intentad no
odiar. Recordad que en el odio de los demás hay una tara mental que surge de
muy abajo y ni siquiera ellos lo entienden.
Y pensad
cuanto más cerca esté vuestra idea de hogar de su origen real, menos símbolos
necesitaréis para sentirlo y más feliz os puede hacer
Fin del hilo. Si has llegado hasta aquí, un día te invito a
croquetas (o tortillas).
Alejandro Pérez (@thehardmenpath)
12/10/2017
Hilo publicado en Twitter.com
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