Buenas tardes. Permitidme un desahogo sobre servilismo, lealtad, "enchufes" (enchufismo) y el verse preso de tus propias equivocaciones.
La frase "antiguos esclavos no hace nuevos amos buenos" (no literal) la tengo asociada al Conan de Arnold (1982, dicen que asociada a la "moral de los esclavos" de Nietzsche). En la película venía a decir que la mayoría de personas que fueron antiguos esclavos no deseaban sino ser nuevos amos donde repetir con otros, cuándo no aumentar, las desdichas sufridas. Esta introducción viene a cuento de algunos episodios de mi pueblo (algunos recientes, otros no tanto).
Después de todo, ¿quién no ha metido en la tienda a una prima para que ayude y te ha salido rana, no? ... Pues no, no es lo mismo.
Volviendo al tema de los aprendices de políticos (una entrada anterior de este blog sobre "políticos profesionales"), es normal y deseable que, mientras uno está aprendiendo, cometa errores. Se espera que se reconozcan, se aprenda de ellos y se evite volver a repetirlos en el futuro. Pero ¿que pasa si no se quieren reconocer? no se asocian a errores y no se aprende, pasos destinados a mantenerlos y repetirlos en el futuro.
Así pasa con quien ha estado abajo, ha sufrido discriminación y ahora se encuentra con poder ... poder para hacer lo mismo a otros.
También con quién no supo gestionar un grupo de personas entusiastas, y prefirió beneficio personal antes de colectivo. Cuándo, pasado el tiempo, alguien te demuestra que te equivocaste (o que metiste la mano dónde no debías), lo consideras "enemigo" y cargas sobre él. "Váyase que alguien lo escuche, y le haga caso" - supongo que pensará.
En este pueblo, heredada de un tiempo atrás, hay la costumbre de exaltar al amigo, hundiendo al que no lo es (y a quién permanezca al margen, también, por si acaso ;-). Si eres de un equipo, partido, creencia o gusto literario, los "otros" no deben recibir ni agua.
La frase "antiguos esclavos no hace nuevos amos buenos" (no literal) la tengo asociada al Conan de Arnold (1982, dicen que asociada a la "moral de los esclavos" de Nietzsche). En la película venía a decir que la mayoría de personas que fueron antiguos esclavos no deseaban sino ser nuevos amos donde repetir con otros, cuándo no aumentar, las desdichas sufridas. Esta introducción viene a cuento de algunos episodios de mi pueblo (algunos recientes, otros no tanto).
Pasa que algunas personas que la fortuna no sonrió, o que tuvieron oportunidades pero las dejaron escapar, deciden que los responsables de sus circunstancias son otros. Y buscan oportunidad de "vengarse".
Pasa en el político sin estudios que llegó a tener poder y ahora se encuentra sin oficio y sin palmeros, pasa en el empleado oprimido que ahora se cree con derecho a desquitarse de los compañeros, pasa en el nuevo cargo que ahora cree poder cambiar "hasta la ley de la gravedad" (como decía el chiste); y pasa también al que llega y, confundiendo lealtad/sumisión con capacidad, se ve esclavo de haber dado responsabilidades a personajes serviles con el poder.Después de todo, ¿quién no ha metido en la tienda a una prima para que ayude y te ha salido rana, no? ... Pues no, no es lo mismo.
Volviendo al tema de los aprendices de políticos (una entrada anterior de este blog sobre "políticos profesionales"), es normal y deseable que, mientras uno está aprendiendo, cometa errores. Se espera que se reconozcan, se aprenda de ellos y se evite volver a repetirlos en el futuro. Pero ¿que pasa si no se quieren reconocer? no se asocian a errores y no se aprende, pasos destinados a mantenerlos y repetirlos en el futuro.
Así pasa con quien ha estado abajo, ha sufrido discriminación y ahora se encuentra con poder ... poder para hacer lo mismo a otros.
También con quién no supo gestionar un grupo de personas entusiastas, y prefirió beneficio personal antes de colectivo. Cuándo, pasado el tiempo, alguien te demuestra que te equivocaste (o que metiste la mano dónde no debías), lo consideras "enemigo" y cargas sobre él. "Váyase que alguien lo escuche, y le haga caso" - supongo que pensará.
En este pueblo, heredada de un tiempo atrás, hay la costumbre de exaltar al amigo, hundiendo al que no lo es (y a quién permanezca al margen, también, por si acaso ;-). Si eres de un equipo, partido, creencia o gusto literario, los "otros" no deben recibir ni agua.
Así es Ángel . Una pena, pero una verdad como un templo de grande.
ResponderEliminarExpresiones
Piedra