Septiembre, o seca las fuentes, o se lleva los puentes

Mi padre siempre repetía este antiguo refrán: “Septiembre, o seca las fuentes, o se lleva los puentes” y recordaba que fue un septiembre el que se llevó por delante el puente viejo. De siempre se ha dicho que, después del estío, un septiembre de buenas aguas preparaban un otoño bueno; en caso contrario hacía falta prepararse para tormentas y aguaceros que hacían que la luz se fuera, que algunas calles fueran ríos y en algunas casas llegaran a flotar muebles. Antes eran animales arrastrados de sus cuadras junto al Chíllar, luego fueron algunos coches mal aparcados en las ramblas. Siempre, por esta fecha, me recordaba de ir a limpiar desagües y canaletas, y preparar velas.
Llevamos unos años de veranos muy tórridos, hace mucho calor incluso para lo que estábamos acostumbrados. En muchos sitios, también por culpa directa nuestra, pues ponemos aires acondicionados que enfrían nuestra habitación a cambio de escupir fuego a la calle. En la mayoría de nuestro entorno, el abuso de consumo de agua y la desaparición de forraje y verde, no invita a pensar que bajen los golpes de calor. Aún así, algunos siguen aspirando a campos de golf y urbanizaciones fantasmas.
Estos días se han publicado noticias sobre la gran sequía denuestros campos y olas de calor. Por suerte, ya no se habla, como antes, de tantos pueblos sin agua y asistidos con camiones.
Ahora, para estos días también SE ALERTA DE RIESGO DE TORMENTAS y bajada de temperaturas.


Parafraseando otro refrán, desea lo mejor pero prepárate para el agua que ha de venir.

(Tormenta de septiembre de 2007)

(Imagen de la AEMET de la tormenta de septiembre del 2015, que dejó 94 litros en Nerja. Fuente)

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